lunes, 24 de octubre de 2011

De tarjeta

Foto por Mexsport
Si mamá gallina anda mal, cómo estarán los pollitos...


¡La ropa sucia se lava en casa! Pero si en la casa no hay lo necesario para lavar, qué le vamos a hacer...
“Un capitán de agua y una defensa de plástico”, fueron las palabras de Ángel Reyna después de perder el clásico, las cuales fueron suficientes para tomar la decisión de separarlo del plantel por tiempo indefinido. Es cierto que la ropa sucia se lava en casa, pero  esto es un mensaje claro para la directiva de que las cosas se están haciendo mal. Si no quieren que luego sus jugadores anden dando declaraciones que no van al caso, que se hagan las cosas bien desde los directivos, o  que manden a sus jugadores a países sudamericanos  tal como lo hace Chivas, para ver si les sube la moral y vienen con vibras renovadas y ganas de jugar, porque tal parece que al Guadalajara eso le funcionó. Pero para no salirme del tema seguimos con la cuestión americanista, entiendan que el amor a la camiseta no es suficiente para ganar partidos y si no hay amor pues menos.
No solo se pierde el clásico nacional, que de por sí es algo doloroso para todos los aficionados azulcremas, sino que se desgasta aún más la relación que se vive dentro del plantel. El reino americanista está decayendo que no se quiera ver, es otra cosa. Para mi tanto como muchos de sus aficionados las palabras de Reyna no son solo hablar por hablar o producto de la frustración por haber perdido un partido, sino una declaración fuerte  para la directiva, cuerpo técnico y jugadores. No fue la mejor manera de hacerlo, pero la frustración por la situación del equipo llevó al mediocampista a decir lo que dijo, no se trata de justificarlo en ninguna forma, si tenía algo que decir se lo hubiese dicho a quién "Corresponda" y en su carita, ya sea la bronca con Mosquera o con el Técnico, pero también es cierto que él solo contesto a la pregunta que le hicieron los medios, referente a si Navarrete, él portero Azulcrema fue el culpable de la derrota, a lo que él respondió lo que todos ya sabemos. Y así es, Navarrete fue factor para la derrota, pero no juega solo, tiene un equipo que lo respalda y si tanto jugadores como directiva no hacen las cosas bien, los resultados no van a llegar por ningún lado.
Se hace evidente que los ánimos y la unión no son buenos en el interior del plantel, si un jugador despotrica contra sus compañeros después de un partido, no solo él jugador es el del problema sino todo el equipo.
En la jornada 10 del presente torneo en el partido contra Jaguares de Chiapas ya se había presentado una situación semejante, en la cual hubo una discusión entre Reyna y Mosquera, referente a los errores cometidos durante el primer tiempo lo cual tenía abajo en el marcador a las Águilas, en aquella ocasión no se hizo tanto revuelo porque no hubo sanciones, pero es un claro ejemplo de que las cosas están mal y no es una situación resiente.
El Americanismo ya no es suficiente para levantar al equipo, ni tampoco se le quiera echar la culpa al portero, ni se diga que sí de por si andan mal ahora con Reyna suspendido no habrá goles. No solo se trata de los jugadores y los problemas que tengan entre ellos, dentro del equipo también se incluye la directiva, y toda esta situación de derrotas y polémicas viene a sumar uno más de los fracaso acumulados a la lista de Michel Bauer. Mal lo que dijo el jugador pero al final de cuentas todos sabemos que sus palabras estén llenas de verdad.

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